Si nos paramos a pensar, a lo largo de nuestra vida pasan miles y miles de personas, ya sea amigos, familia, conocidos, parejas... y cada uno de ellos, sin darnos cuenta nos aportan algo, ya sea alguna experiencia, consejo, afecto, aprendizaje... sea lo que sea, lo importante es aprender de ello. Todo pasa por algo, ¿no crees?
Cierto es, que por suerte o desgracia, no todos permanecerán para siempre en nuestra vida, se irán yendo, ya sea por la distancia, fallecimiento, ruptura, pérdida de contacto... etc pero aunque se vayan de nuestra vida, tenemos que quedarnos siempre con lo bueno, incluso de lo malo, porque de ello aprendemos, nos sirve para aprender, de eso se trata, aprendemos de las experiencias, ya sean buenas o malas, aprendemos de las propias personas, y eso, es algo importante en la vida del ser humano, porque si no, sería todo monótono.
En mi caso, se han ido tantas personas de mi vida, que he perdido la cuenta... pero he ido aprendiendo de cada pérdida, pero sobre todo, gracias a esas experiencias, soy quien soy en este mismo instante, segura de mi misma, se lo que quiero y lo que no, con la cabeza bastante bien amueblada.
Hace como unos 3 meses atrás, me sentía como atascada, todo era muy monótono, aburrido, veía pasar los días pasar y era como ¿qué hago?, pues de forma inesperada, apareció alguien, el cuál dio un vuelco total en mi vida, para bien... jamás me había sentido tan bien, la verdad fue como la salida de un túnel. No paraba de sonreír, veía todo de una manera distinta, sentía que ese era mi lugar, me sentía como en casa, la verdad, nunca antes me había sentido así.
Pero claro, como todo, tuvo su fin, por equis motivos, pero todo se terminó, al principio para mi, era una montaña rusa, con sus subidas y bajadas, hasta que llegó el último tramo, resultó ser bajada, sin ninguna subida.
Lógicamente me sentía mal, porque una vez más, se van de mi vida, pero... al pasar el tiempo, ya cerca de 1 mes, pues recapacité y me he dado cuenta, que gracias a esa persona, he aprendido muchísimo, tanto de la vida como de mi misma, he descubierto cosas de mi que ni siquiera sabía que era capaz de ello o que estaban ahí, dentro de mi más profundo ser.
Miro atrás, y veo lo diferente que soy, ahora mismo estoy aprendiendo a quererme, a valorarme. Quiero cumplir todas mis metas y objetivos, esto no es nada nuevo en mi, pero ahora mismo tengo muchas más ansias de conseguirlo, quiero independizarme, nunca antes había tenido tantas ganas de ello, será porque nunca antes me había visto capaz, pero me he dado cuenta de que soy capaz de eso y mucho más. Ya no me conformo con poco, me he vuelto exigente a la hora de pensar en tener alguna relación, pero eso es un tema aparte, ahora mismo quiero darme el tiempo que nunca antes me había dado, simplemente centrarme en mi, luego en mi y por último en mi, salir, divertirme, reír, aprender, vivir... exacto, vivir.
En conclusión, las pérdidas siempre duelen, sobre todo el proceso de superación, pero quédate siempre con lo bueno y sobre todo, con los recuerdos con esa persona, es algo que ya pertenecerá a ti el resto de tu vida y de los cuales has aprendido.
A ti, decirte, que has dejado huella, tu recuerdo siempre va a permanecer en mi, no he dudado en ningún momento que conocerte ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida, no me arrepiento absolutamente de nada, todo lo contrario, te doy las gracias por todo. Nuestros caminos se separan, pero si algún día nuestros caminos se vuelven a encontrar, sea como sea el futuro de cada uno, por mi parte recibirás una grata sonrisa, te lo prometo. Nunca rompo promesas ¿recuerdas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario