La perfección (no) existe.

Traté de ser perfecta porque creía que eso era lo mejor, lo que todos querían y deseaban de mi. Hacer todo bien, solo pensaba en eso. No cometer errores, tomar buenas decisiones. Sin arrepentimientos, sin hacer daño a nadie. Pero por más que lo intenté, no conseguí nada... ¿por qué?, pues quizás porque la perfección no existe. Y está bien que no exista, sino la vida sería demasiado aburrida. Mis defectos son lo que me identifican, me diferencian de los demás y me hacen ser especial.

Una vez me dijeron, no deberíamos cambiar por nada ni nadie, puesto que personas como nosotros, con nuestro corazón, es una esperanza de que aún hay personas buenas en el mundo. Yo sabía perfectamente que tenía razón, no tengo por qué cambiar por nada y mucho menos por nadie, pero, parece ser que las buenas personas están contadas, que no hay suficiente para que todo el mundo tenga una buena persona a su lado. 

Mi corazón me define y yo diría que demasiado, puesto que a día de hoy no le guardo rencor a nadie que haya pasado por mi vida y acabara haciéndome daño de algún modo u otro. A veces, lo más mínimo, por una tontería que sea, puede herir tu corazón y tu confianza, eso confianza... porque confiabas en que esa persona no era como los demás y al final parece una persona totalmente distinta. 

A todas esas personas, he de decirles gracias, gracias por haber aparecido en mi vida, por pasar tiempo conmigo, por haberme escuchado, por haberme hecho sonreír e incluso feliz. Que aunque al final hayamos acabado mal, sigo dando las gracias, porque me di cuenta que eran obstáculos que debía pasar, por muy mal que lo haya podido pasar, siempre he sabido salir de ahí, y sin mirar hacia atrás, seguir mi propio camino. 

Gracias, porque he ido sanando cada herida con el tiempo, sin la necesidad de crearme un escudo, sin dejar de ser quien soy, compartiendo cada trocito de mi con aquellas personas que lo merecen. Porque con cada caída he aprendido a quién si y a quién no. 

Jamás dejaré de ser esa chica que lo da todo, de principio a fin, de dar todo su apoyo en todo momento, jamás dejará de dar abrazos, besos, caricias... de hacer tonterías con tal de hacerte sonreír en un mal día, de cantar, de bailar, de disfrutar, de reír... jamás dejará de cometer errores, puesto que aprenderá de ellos para no volver a repetirlos, jamás dejará de mirarte a los ojos y decirte lo especial e increíble que eres, de gritar a los 4 vientos lo maravillosa que es la vida. Porque jamás desaparecerá esa esencia que me define, que me hace ser única, así soy y así seré.

Soy así, no intentes cambiarme.