A pesar de sentirte agotada sentimentalmente, sigues teniendo la estúpida idea de que hay alguien para ti, alguien que te valore, que valore cada acción que hagas por esa persona, tu interés. Pero sobre todo, que valore que a pesar de que no has parado de sufrir una y otra vez, lo sigues intentando, sigues confiando a pesar de que tienes miles de motivos para no hacerlo.
Pero parece que eso sigue sin ser suficiente, que a día de hoy sigue habiendo personas (por no decir la mayoría) que no se atreven a arriesgarse, de conocer cada rincón de esa persona que les muestra interés, a la primera de cambio se vienen abajo, se rinden y es más fácil dejarlo ir que intentar solucionarlo.
A mi me ha tocado ser la chica que lo da todo, absolutamente todo, la que no teme arriesgarse a pesar de correr el riesgo de quedar con el corazón en mil pedazos y con las ilusiones rotas, pero ¿sabes? no me arrepiento, porque estoy acostumbrada a ello, y tarde o temprano volveré a levantarme, no me queda otra, pero me quedo con que di lo mejor de mi, confié, demostré la clase de persona que soy, con sentimientos puros y verdaderos, porque todo lo que hago y digo, lo siento de verdad y porque quiero, prefiero arrepentirme de haberlo hecho que de no haberlo hecho, soy la clase de persona que no deja de creer en el amor a pesar de todo y todos.
Y sinceramente, esa es mi única debilidad, no dejar de creer en las personas... porque a día de hoy, eso se tarda en conseguir y parece que una vez empiezas a creer, se abre la puerta de la realidad y se esfuma todo como si de un sueño se tratara.