Todos los días, nuevas personas entran a tu vida, y también cada segundo y minuto salen alguna de ellas y eso está bien, está bien que eso sea así, se que creías en condiciones, situaciones y personas, creías en sus palabras, en su esencia y también en algún tipo de luz que visualizaste alguna vez, pero luego un día observas que no era así, que no todas las personas son congruentes con sus palabras y acciones, sino que hay algún tipo de grieta, un fallo y te quedas anonadado, te sientes decepcionado y no sabes si confiar en las personas es lo correcto y comienzas a dudar.
Te ruego que no pierdas ni por un instante la fe en las personas, no es nada personal, eso no es asunto tuyo, no es tu rollo, tu estás bien, intachablemente bien, no tienes nada malo. El hecho de que algunas personas no vean lo bueno de ti, no quiere decir que no eres justo lo necesario para otra persona, y esa otra persona quizás si sea justa, congruente, bondadosa y amorosa... Y con amor me refiero a convivir sin lastimar, es aprender a coexistir con los demás, sin creerse más o menos que otro, es no fijarse en las apariencias, ni formas externas, es no ser egoísta, es simplemente recapacitar en lo que otros piensan y sienten, y ser considerados, amable y congruentes con ellos.
Vivir en amor no es un decir, es un hacer, son miles de millones de personas, como para creer que una persona o una situación, tiene una mínima de sabiduría, cada par de ojos ve de una manera diferente el mundo, quiero que sepas que el que no quiera verte tal cual tesoro, se lo pierde, ellos se pierden de ti, se pierden de tu magnífica esencia y esa increíble luz que tienes para brindar.
Nunca llegues a dudar de ti ni de tu capacidad de amar, recuerda que las personas, sólo pueden brindar lo que tienen dentro suyo. Nunca apagues tu luz, y nunca dejes que nadie apague tu luz. Pero sobre todo, no te cierres ante las personas que te demuestran cada día lo especial que eres.