En mi caso, este año la verdad que ha sido un poco raro, han pasado muchas cosas en tan poco tiempo diría yo, de mi vida se han ido personas que jamás pensé que se irían o incluso no me atrevía a afrontar la realidad de que tenía que cambiar. Conocí a diversas personas, unas me marcaron más que otras, no voy a mentir volví a sentir lo que se llama "amor" y todo lo que conlleva... no me arrepiento de nada, por el simple hecho de haber sido feliz en ese instante.
Luego, conocí a alguien que jamás imaginé que llegaría a ser tan importante para mi, pasamos de ser desconocidos a darnos cuenta de lo parecidos que somos, tanto en gustos, manera de pensar, de sentir...
Como decía al principio, no podemos evitar sonreír o emocionarnos al recordar algo, sin embargo, no ha acabado el año y yo no puedo evitar sonreír cada vez que lo miro, por mucho que lo intente, me sale así sin más. Lo que más me gusta es que todo vaya a su paso, por la sencilla razón de que nunca lo había hecho así y la verdad, es lo mejor que he podido hacer y sin duda, con la persona correcta.
De un momento a otro tu peor año puede pasar a ser el mejor año, ya sea por un cambio en tu vida, sea personal o profesional. Lo importante es no olvidar cada momento que hayamos vivido, ya sea bueno o malo, porque eso es lo que nos hace aprender, a saber que es lo que nos conviene y lo que no, nos hace saber quien merece estar en nuestras vidas y quien no, sobre todo, a quién podemos abrir nuestro corazón sin el temor de no volver a sufrir. Porque como hemos visto, el año se va en un abrir y cerrar de ojos, con lo cual, haz que cada día cuente. Agradeciendo todo lo bueno que te ha ocurrido pero sobre todo a aquellas personas que han estado a tu lado o han aparecido para que tu vida sea mejor.